La fotografía entre el presidente brasileño, Jair Bolsonaro y el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, ha marcado un antes y un después en las relaciones empresariales entre Brasil y España.
Hace unas semanas, el gobierno brasileño abrió las puertas a las aerolíneas extranjeras para operar en el mercado doméstico. Una apertura con la que Globalia se sube al tren de las grandes compañías españolas que amplían sus operaciones al país sudamericano.
En esa apertura, Globalia parte con cierta ventaja por varios motivos: su longevidad en el país en vuelos internacionales, la presencia de empresas del sector en varios aeropuertos y los cambios normativos que se están planificando en varias regiones para atraer a las aerolíneas.
Fue una de las primeras aerolíneas extranjeras en volar a este país. Eso fue hace más de 20 años y ahora opera vuelos directos a Recife, Salvador de Bahía y Sao Paulo. Precisamente en este estado goza de gran popularidad.
Según fuentes de la aerolínea, el estado de Sao Paulo está tratando de atraer vuelos domésticos de Air Europa.
Esas mismas fuentes explican que los entes públicos de esta región están contribuyendo enormemente a mejorar las condiciones empresariales para atraer a las aerolíneas, con medidas tales como una reducción de impuestos a los carburantes.
Una inversión que podría no quedarse únicamente en el sector de la aviación. Y es que el ministro brasileño declaró a ese mismo periódico que están manteniendo conversaciones para que Globalia pueda invertir no solo en el sector aéreo, sino también en grandes resorts.
A Globalia la oportunidad de entrar también con sus hoteles le satisface. Precisamente, Hidalgo expresó su voluntad de hacerlo siguiendo el modelo de gestión hotelera que la empresa está llevando a cabo en Europa y en el Caribe.
Fuente: El Español