La batería de indicadores económicos publicados el miércoles tumban los augurios de ralentización en el crecimiento español vaticinados tanto por organismos públicos como privados. Así, a tenor del dinamismo mostrado por el sector privado tanto en el ramo industrial como en el de servicios, el PIB mantendrá su impulso a cierre de ejercicio. De este modo, España prosigue en una senda de avance robusto que se desmarca del ambiente más desacelerado de las grandes potencias europeas. De esta forma, todo apunta a que la expectativa de crecimiento de la economía española se mantendrá intacta en el más corto plazo.
Y es que España sigue mostrando índices positivos en su actividad superiores a los que vienen reflejando sus vecinos de la UE como Francia, Italia o Alemania. No sólo en cuestión de PIB o exportaciones, donde las potencias de nuestro entorno han desacelerado en el tercer trimestre. También en cuanto al sector servicios, donde España continua por una senda positiva pese a la caída del turismo en los últimos meses, más concretamente en verano cuando el rebote en el número de turistas volvió a su cauce de años anteriores debido a la mejora de la seguridad en algunos países mediterráneos.
Crece la demanda interna
En términos generales, el sector servicios mantuvo la puntuación de octubre de las encuestas realizadas por los expertos de Markit. En concreto el sector sigue en un nivel de expansión (por encima de 50) con 54 puntos según los últimos datos publicados sobre el Índice de Gestores de Compras (PMI) en referencia a la actividad comercial en los servicios. «El crecimiento se mantuvo sostenido y a un ritmo fuerte», puntualizó Paul Smith, director de Markit. Seguir en esta tónica significa que el sector continúa creciendo y que lo hace por encima de los 53,7 puntos que esperaban los expertos de Markit, lo que avala las estimaciones de PIB, que el Gobierno fijó en el 2,6% para este año.
Estos últimos datos del PMI servicios están apuntalados particularmente por el buen desarrollo de la demanda interna, es decir, «las familias y las empresas españolas están soportando el menor dinamismo de las exportaciones», indica Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación de Estudios Financieros. Además, el sector exterior también acusa la incertidumbre global derivada de la ofensiva arancelaria de la Administración Trump.
La dinámica positiva del sector servicios, explican los expertos, se da también «gracias al último aumento de los nuevos pedidos y de aquellos que estaban pendientes». Esto se traduce positivamente en que las compañías españolas tuvieron que elevar la contratación.
En este sentido, los datos de creación de empleo en España registran 50 meses consecutivos al alza, aunque una de las asignaturas pendientes es sin duda la precariedad y la temporalidad. Pese a ello los indicadores laborales superan las expectativas de los expertos de Markit. En esta línea la ministra de Economía, Nadia Calviño, señalaba que las perspectivas son «positivas» para el mercado laboral, que se han visto «confirmadas» por las últimas cifras de afiliación, con un repunte del 3%, y la reducción del paro registrado en un 6% en noviembre. También Calviño mantiene las expectativas de crecimiento que ya anticipó del 2,6% este año y del 2,3 en 2019.
En este contexto, cabe destacar que el PMI compuesto -la media entre las manufacuras y los servicios- lleva dos meses consecutivos creciendo hasta situarse en el nivel 53,9 frente a los 53,7 de octubre.
Por su parte, el dato de producción industrial de octubre publicado por el INE mostró un ligero avance del 0,8% anual en la serie corregida. Según el economista Javier Santacruz, «pese a la caída en la venta de vehículos, el sector automovilístico español sigue apoyándose en la producción de componentes». Con todo, Smith subrayó que España «apunta a un aumento trimestral decente del PIB en el último trimestre del año».
Artículo escrito por: elEconomista.es