El flujo de caja libre se multiplica (por 2,6 frente al dato del año anterior), hasta 1.408 millones, y se reduce la deuda financiera de la compañía, una abultada carga que se ha ido aligerando desde que José María Álvarez-Pallete se puso al frente de la compañía en 2016.
La deuda neta es de 40.377 millones de euros, si se excluye el impacto de los arrendamientos.
Sin embargo, hay operaciones de desinversión posteriores al 31 de marzo que reducirían aún más ese compromiso -esta misma semana se ha anunciado la venta de 11 centros de datos a Asterion; de tenerse en consideración estas ventas recientes, la deuda ya marcaría la cifra de 38.700 millones.
Cuando el sucesor de César Alierta tomó el mando, la cuantía superaba los 52.000 millones. Por tanto, la mengua de la deuda desde ese relevo supondría ya la cuarta parte de su volumen inicial (en torno al 25,8%).
Telefónica ha vendido este año sus filiales en Nicaragua, Costa Rica y Panamá al grupo Millicom International, y las de Guatemala y El Salvador a América Móvil.
Ha habido otras operaciones a tener en cuenta: por ejemplo, la aseguradora Antares ha pasado a manos de Catalana Occidente.
En palabras de Álvarez-Pallete, «los resultados del trimestre muestran una destacada mejora en la tasa de crecimiento de los ingresos, crecimiento de doble dígito del beneficio neto y del beneficio neto por acción, una fuerte generación de caja, tres veces superior a la del primer trimestre del ejercicio anterior, y una aceleración en la reducción de deuda, que se reduce por octavo trimestre consecutivo».
El OIBDA (resultado operativo antes de amortizaciones) es de 4.264 millones en el trimestre, un 10,3% superior en la comparativa interanual del trimestre, si bien se quedaría en un 1% en términos orgánicos.
Estos resultados trimestrales consolidados ya dependen de la adopción de una nueva norma contable, la NIIF-16, que entró en vigor el 1 de enero: los cálculos orgánicos excluyen ese desajuste comparativo, así como el impacto por la depreciación de las divisas, véanse las depreciaciones frente al euro del peso de una Argentina hiperinflacionada y del real de Brasil.
A día de hoy, en volumen de ingresos, los mercados más importantes para la empresa de telecomunicaciones son España (26%), Brasil (21%) y Alemania (15%). Orgánicamente, la multinacional ha mejorado las inversiones en todas las regiones en las que está presente.
Recientemente, Telefónica ha participado en la puja por el espectro germano para el despliegue de la tecnología 5G, el paradigma que sostendrá las comunicaciones móviles del futuro (mayor volumen de datos sin latencias que demoren las transmisiones).
«Empezamos el año extendiendo el liderazgo en despliegue de fibra y 4G, probando las nuevas capacidades de 5G y avanzando en el programa de virtualización UNICA», ha recordado Álvarez-Pallete.
Fuente: ElMundo