Carrera y Carrera podría cerrar su etapa rusa en los juzgados. La histórica compañía de joyería, controlada desde 2012 por inversores rusos, se encuentra en una situación extrema que podría culminar con el concurso de acreedores. Según fuentes cercanas al grupo, Carrera y Carrera habría presentado ya preconcurso y despedido al grueso de su plantilla mediante un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción.La empresa ha cerrado ya, al menos, todas sus tiendas en España, donde operaba con puntos de venta monomarca y con corners en El Corte Inglés, aunque la marca continúa estando disponible en varias joyerías. Carrera y Carrera habría prescindido ya del grueso de su plantilla, reduciéndola de más de un centenar a sólo 24 empleados.La deuda del grupo podría superar los diez millones de euros, la mayoría con entidades bancarias. La empresa tiene en propiedad la marca y sus oficinas en San Agustín del Guadalix, donde se encuentra también la fábrica.
Esta figura de la Ley Concursal abre a la empresa un plazo de cuatro meses para negociar con sus acreedores o, de lo contrario, entraría en concurso. Durante los últimos meses, Intropia, participada por Jaime Bergel, ha renegociado su deuda con la banca, como hizo a mediados de 2017.
El grupo ha pasado por varios momentos complicados en su historia. La empresa, de capital familiar, cambió de manos en 1999, cuando un grupo de inversores liderados por María Eugenia Girón y Louis Urvois, junto con 3i, se hicieron con el control. En 2004, se unió a ellos Lladró, que terminaría por hacerse con el 100% en 2006.
Ese mismo año, el grupo fichó a Nathalie Guedj, ex de Van Cleef&Arpels y Cartier, como nueva consejera delegada. Pero el estallido de la crisis obligó a Carrera y Carrera a llevar a cabo un primer ajuste, con un ERE en 2010.
Artículo escrito por: modaes.es